Actualmente muchos de nosotros hacemos una vida muy en relación con el juego de las pasiones y del deseo, hacemos apuestas muy fuertes y después, generalmente lo perdemos todo.Fruto de esas apuestas pasionales (materialismo consumista, poder con muy poca justicia, sexo sin amor, etc…) las situaciones se vuelven muy negativas e insoportables .Es entonces en la soledad del fracaso cuando se entrega uno a la protección divina.
Es hay cuando la Energía Esencial asiste a quien la busca con profunda devoción, debemos abandonarnos enteramente a las posibilidades de la Esencia.
Cuando con una actitud de humildad nos abandonamos a su Protección, nada podrá ya afectarnos negativamente, y su presencia colmará nuestros corazones.
Sabemos que del deseo surge el sufrimiento y del sufrimiento surge el miedo. Quien esté libre del deseo lo estará también del sufrimiento y del miedo.
La manera más adecuada de deshacerse de los deseos es averiguando o investigando:”Quien tiene el deseo? ¿Cuál es su fuente?” (la mente-ego, el cuerpo físico ).El SER no tiene deseos. Cuando esto se encuentra, el deseo es desarraigado y nunca surgirá de nuevo ni podrá desarrollarse.
Pequeños deseos como el comer, beber, dormir y atender los llamados de la naturaleza, aún si pueden clasificarse como deseos, pueden ser satisfechos sin ningún problema. No implantaran vasanas (tendencias) sobre la mente, lo cual implicaría la necesidad de nuevas encarnaciones.
Para el buscador auto-disciplinado, como regla general, no hay peligro en satisfacer un deseo mientras esa satisfacción no lo lleve a tener más y más deseos, creando tendencias en la mente.
Como el viajero que al volver de un largo viaje, es recibido por su familia y amigos, del mismo modo las buenas obras hechas en esta vida, nos recibirán en la otra, con la alegría de dos amigos que se vuelven a encontrar
OM-TAT-SAT
RAMALA SHIVA
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